Las vacaciones de verano han llegado a su final. Septiembre comienza con la vuelta a la rutina, lo que significa reincorporarse al trabajo, al colegio, a los madrugones, a los atascos, a las prisas… Muchos retoman la rutina sin problema alguno, se adaptan a la perfección. En cambio, a otros les cuesta mucho más incluso pueden sufrir el conocido síndrome postvacacional. Se estima que lo sufren aproximadamente el 41% de los trabajadores. Se trata de un síndrome pasajero y leve, suele desaparecer a los pocos días (no suele durar más de una o dos semanas).
Algunos síntomas típicos son tristeza, insomnio, irritabilidad, cansancio, ansiedad, apatía, pérdida de apetito o problemas de concentración, entre otros. Quienes más sufren o tienen más probabilidades de sufrir el síndrome postvacacional son las personas que han disfrutado de un largo período vacacional. También aquellas que tienen un ambiente laboral malo, que se llevan mal con el jefe o con algún compañero, así como las personas que no se sienten realizadas con su trabajo.
Para que la vuelta a la rutina sea más llevadera, desde Farmacia Ana Llusar te vamos a dar unas pautas. De esta forma, la reincorporación al trabajo será más amena, menos intensa.
Cómo sobrellevar el síndrome postvacacional
No vuelvas el día de antes de vacaciones. Lo recomendable es regresar a casa dos o tres días antes de reincorporarte al trabajo. Así podrás mentalizarte de tu vuelta a la oficina, descansar unos días, recoger las maletas e ir haciendo actividades de tu día a día poco a poco.
Volver a la rutina del sueño. Es importante volver a acostumbrar a tu cuerpo a los horarios de sueño que tenías antes de vacaciones. Así evitarás problemas de insomnio y, por tanto, descansarás y te levantarás con energía para empezar de nuevo tu rutina. Evita las siestas las primeras semanas.
Ponte límites. Planifícate bien la rutina para tener tiempo libre para disfrutar. Imponte límites tanto en el trabajo como en casa. Ponte al día en la oficina poco a poco, no hagas horas extras los primeros días y no te lleves trabajo a casa. En casa, prioriza las tareas. Haz las más importantes.
Cuida la alimentación. Tras los excesos veraniegos, toca volver a una dieta sana. Aumenta el consumo de frutas, verduras, hortalizas, pescados, carnes blancas, cereales integrales… Te aportará todo lo necesario para tener la energía que necesitas para tu día a día. No te olvides de hidratarte bien, beber entre un litro y medio y dos litros al día.
Hacer deporte. Incluye una rutina deportiva. Lo ideal es hacer entre tres y cuatro días de ejercicio. Nos ayuda a bajar de peso y mantenerlo, pero también a liberar estrés y ansiedad. Te sentirás bien por dentro y por fuera.
Tiempo libre. Disfruta de los días libres para hacer actividades que te gusten como pasear, escuchar música, ir al cine… También podrás hacer alguna que otra escapada de fin de semana. Aprovecha que todavía tenemos días soleados y cálidos.
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